Ellos están entre nosotros, y se les puede
identificar fácilmente, los puedes encontrar los fines de semana en las puertas
de los hoteles de las periferias de las ciudades, haciéndose fotos vestidos con
su mejor traje de los Domingos y sus
Ray-Ban. Allí impartirán un curso de bolsa, que durará unas horas, y que según
ellos te enseñarán el sistema que te quitará del paro, que te hará ser un
vividor de éxito como ellos, ese sistema que ni Warren Buffet conoce.
Pero estos personajes del ¿Trading? Suelen
ser personas que tienen mucho que ocultar, y sin embargo, son muy poco
cuidadosos con sus mentiras, puesto que a veces, ojeando videos de ellos
podemos verlos cometiendo errores de bulto, algunos, por ejemplo, no saben ni
explicar conceptos económicos y estadísticos básicos, cuando presumen de cursar
estudios muy avanzados, y algunas operativas en vivo que muestran son sencillamente
desastrosas. Sus análisis son muy limitados y flojos, y rara vez publican
alguno, eso sí, no puede faltar el indicador que nadie conoce y que según ellos
es infalible y revoluciona el trading mundial.
Otra de las curiosidades es que ellos venden
que solo viven de los mercados, cuando venden cursos, libros, pulseritas,
superordenadores, y en caso de hacer falta venderían lo que hiciese falta para
seguir con sus mentiras. Uno de ellos presume de lo bien que vive con el trading,
sin embargo, indagando un poco, vemos que es opositor a empleo público…
Siguiendo psicoanalizando a estos personajes
podemos ver que llevan una vida diferente a la de todos, presumen de vivir como
ricos. Muestran fotos de todo lo que comen, beben, etc. como si hiciesen lo mas
exclusivo del mundo. Pero parece que no viven tan holgadamente, porque sus
viajes no son en la clase business de las mejores aerolíneas del mundo, ellos
lo hacen en la clase turista de los ferrocarriles, alternando con la plebe.
Se tienen por expertos en la lengua inglesa,
pero cada vez que la utilizan Shakespeare se remueve en su tumba, muy agitado.
Otra condición de los gurús es twittear a los
famosos, cuantos más mejor, y si suena la campanada y alguno les contesta, lo
tratan como su mejor amigo, compartiendo el sufrimiento que tienen al ser públicamente
reconocidos.
Los vemos muchas veces en los medios,
tratando de ser polémicos, recalcando que ellos, cuando más ganan, es cuando el
mercado cae, que no hay que tener escrúpulos, que no hay ética, que cuando más
dinero ganaron fue en los atentados del 11-S, que ellos en 2 horas diarias
acaban su trabajo, y así una infinidad de chorradas que solo ellos se creen.
Tienen una legión de 4 palmeros en las redes
sociales, unos de ellos son pobres pardillos, o diciéndolo de una forma más
formal, inversores de perfil bajo, que tienen la desgracia de haber caído en
sus redes, y por consiguiente acabarán escaldados. Y la otra parte de los
palmeros son ellos mismos, creando perfiles falsos para auto aplaudirse.
Ellos critican los análisis de los demás,
diciendo que son a toro pasado, etc., etc. Mientras ellos suben 2 análisis, de
los que salen bien, y en los que ganan 4 pips. Sin embargo las operaciones
arriesgadas y que salen mal las silencian. Suelen buscar techos y operar contra
tendencia, porque se creen los más listos, y luego llevan a la catástrofe a sus
cuentas y a las de sus pocos clientes.
Para finalizar no olvidemos su mayor acto de
onanismo, que es el autocitarse, inventándose frases chorras para dárselas de
intelectuales creativos.
Desde Marketsfreaks queremos desmarcarnos de
esta gente, y animarles a que adquieran formación, pero con gente seria y que
no les venda humo. También mucho cuidado con la adquisición de señales y
asesoramiento financiero, ya que algunos vendehúmos lo hacen al margen de la
normativa vigente. Los mercados no son un juego y requieren mucho tiempo,
sacrificio, dedicación y sobre todo capital.
Saludos cordiales
El equipo al completo de Marketsfreaks.
Enormee...descripción perfecta de el onanista del mercado... solo añadiría que en el futuro su actitud seguro desembocara en alguna estafa piramidal que les permitirá irse de ricos durante un tiempo hasta que arruinen hasta a sus hermanos.
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